Desafíos para ofrecer experiencias de valor – La Visión de Los Cabos, México
Desde una perspectiva de destino turístico, es cada día más difícil satisfacer las múltiples y cambiantes necesidades de los viajeros modernos. Actualmente, existen una infinidad de tendencias, nichos y particularidades que los consumidores buscan satisfacer durante sus viajes, ya sea de placer, negocio o en combinación (para lo que se acuñó el término “bleisure”). Además, el valor de las marcas ha cambiado. Hoy se visita más un destino por lo que significa para el viajero de acuerdo con sus valores que por su oferta turística.
Diferenciarse de la competencia con una propuesta de valor es hoy una primicia, no sólo en la industria del turismo sino en cualquier sector económico; más aún en el entorno actual en donde parece que la única constante es que no hay constante, que las incertidumbres políticas, económicas y culturales rondan al mundo. Los viajes se han convertido en válvulas de escape y ventanas de la realidad que vive cada lugar.
Las sociedades modernas, y las no tanto, consideran el tiempo de esparcimiento (en donde los viajes tienen prioridad) como un derecho y un recurso no renovable. Sin embargo, por su escasez, buscan llevarlo al máximo con elementos que permitan cambiar sus vidas, conectarse consigo mismos (o su zen) y sus seres queridos, aprender o desarrollar habilidades nuevas, probar ingredientes desconocidos o pisar rincones casi desconocidos.
“Diferenciarse de la competencia con una propuesta de valor es hoy una primicia, no sólo en la industria del turismo sino en cualquier sector económico”
Los viajeros de hoy coleccionan experiencias de viaje de una manera distinta: buscan conectar y alinear sus valores con las marcas, destinos y experiencias que visitan, y son irremediablemente más conscientes del medio ambiente y la comunidad local. Sus vivencias son compartidas en redes sociales, en tiempo real, dejando un rastro indeleble que incide de manera positiva o negativa en la reputación de los lugares. El turismo tiene como nunca antes la responsabilidad de evolucionar y cuidar la manera de utilizar los recursos disponibles.
La innovación, ahora tan en boga, ya no es una opción sino un modo de supervivencia. Los destinos –como epicentros de la actividad turística– tenemos la responsabilidad de renovar el producto turístico, ofrecer experiencias únicas y mantener la inspiración de viaje al límite para satisfacer y exceder la preconcepción que los viajeros tenían del sitio en cuestión; de lo contrario se irán a otro lugar, no volverán y, lo que es peor, le dirán al mundo que no venga.
“Los viajeros de hoy coleccionan experiencias de viaje de una manera distinta: buscan conectar y alinear sus valores con las marcas, destinos y experiencias que visitan”
Los Cabos, con una propuesta integral de nuevas experiencias de viaje y el más alto estándar de servicio, se encuentra listo para continuar recibiendo a la nueva generación de viajeros. Tomando como base la amplia diversidad de recursos naturales –desierto, mar y montaña– y la tradición cultural de los antiguos pueblos de Baja California, se han integrado diez nuevas formas de visitar la región, como escuchar el canto de las ballenas durante una cena al lado del mar; convivir con los locales visitando sus casas, estudios y ranchos; o explorar la Sierra de la Laguna a través de senderos donde se pueden alojar en un campamento de lujo (blamping), bajo un cielo iluminado por estrellas, para descubrir así una de las regiones menos conocidas y con más variedad natural en México.
La seguridad en Los Cabos, elemento integral para todos los viajeros, ha sido atendida como en ningún otro destino del país. La iniciativa privada ha contribuido con grandes recursos financieros y capacidad técnica para complementar los esfuerzos del sector público. La estrategia de seguridad no sólo tiene “en mente” al visitante, también a la comunidad local y su bienestar. Hay brechas por cerrar, sin lugar a dudas, pero el camino en busca de la equidad social ha sido trazado.
Baja California Sur es hoy la región con mayor crecimiento per cápita en México (con un 16,1 %), en mayor medida gracias al turismo y a la actividad económica que transversalmente se genera. El cuidado al medio ambiente, a través de la regulación, el Plan de Desarrollo y una visión a largo plazo, ha permitido la atracción de nuevas inversiones con un modelo sostenible de bajo impacto –en promedio la planta hotelera cuenta con 250 habitaciones por propiedad–.
Los Cabos se consolida con una oferta de valor única para satisfacer las demandas del viajero moderno que busca experiencias inigualables, autenticidad, buen clima, conciencia social, seguridad y esparcimiento. Sólo faltas tú.