LIDEREMOS para el AHORA y no para el FUTURO
El contexto al que fuimos retados aceptar por la pandemia provocada por Covid-19, ha puesto a prueba el liderazgo; su verdad y funcionalidad no solo en las empresas sino también en el ser humano como ente social.
La pandemia puso en foco rojo tres ámbitos totalmente relacionados con el liderazgo implementado hasta ahora -incluso por grandes empresarios-: la continuidad, sostenibilidad y gestión de las personas, incluyendo ahora la virtualidad. La situación ha hecho que muchos líderes nos sintamos protagonistas e incluso responsables de un cambio de escenario que nos ayudará a afrontar nuevas maneras de vivir el día a día.
La situación ha hecho que muchos líderes nos sintamos protagonistas e incluso responsables de un cambio de escenario que nos ayudará a afrontar nuevas maneras de vivir el día a día.
Estamos en un momento donde la prioridad es reordenar y reconstruir los principios que tenemos acerca de un líder exitoso. El Covid dejó claro que nada queda paralizado. Es más, ahora estamos teniendo todo el acceso a la transformación tecnológica debido al aceleramiento que había sido planificado para un futuro (2025-2030) y eso es lo que estamos reevaluando la nueva generación de líderes. Hay comportamientos y pensamientos diferentes; y sobre todo, habilidades importantes que no pueden quedar de último en un check list: poder aprender a aprender y aprender a concentrarnos. La concentración es un plus importante porque ahora nuestra realidad nos obliga a estar en varias actividades al mismo tiempo sin perder el hilo y ritmo de ninguna. Pero, ¿qué busca la nueva generación de líderes? Valorar lo que para otras generaciones no era importante: activar nuevas formas de comunicación y de análisis. El fruto que ahora mismo está siendo cosechado gracias al avance tecnológico, es que lo inmediato y lo visual ha llegado para quedarse y no para ser una etapa más en la estación productiva del ser humano.
Estamos convencidos de que pronto vamos a tener que experimentar otros cambios y la pregunta ahora es ¿estamos preparados? Tenemos la oportunidad de aprovechar la crisis para reevaluar y anticiparnos a las agendas para afrontar los movimientos estratégicos en búsqueda de un avance que no solo quede en un intento. De lo contrario, solo vamos a seguir corriendo una carrera sin objetivos con el riesgo de regresar a una vieja normalidad obsoleta.
Esta nueva era está reconfigurando la forma en cómo vivimos y especialmente está transformando los mercados laborales mundiales de forma rápida y contundente. Los rápidos avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial o la realidad virtual están cambiando la forma en la que trabajamos y si bien es cierto, esto ha hecho que algunos trabajos se vuelvan más fáciles y rápidos al realizar, y que la necesidad de un ser humano en algunos puestos ya no es indispensable.
Es por esta razón que la nueva forma de consolidar un buen equipo de trabajo depende de la visión de su líder. Hace algunos años e incluso meses hubiese sido ‘’futurista’’ hablar de lo que hoy es una realidad. El futuro del que tanto llevamos hablando los últimos 10 años es ahora. El Covid-19 fue un catalizador muy radical que nos hizo el favor de adelantarnos el tiempo para empezar a vivir en pleno 2020, como se supone que íbamos a vivir en el 2030.
El futuro del que tanto llevamos hablando los últimos 10 años es ahora. El Covid-19 fue un catalizador muy radical que nos hizo el favor de adelantarnos el tiempo para empezar a vivir en pleno 2020, como se supone que íbamos a vivir en el 2030.
Para que esto ocurra, debemos dotarnos de nuevas habilidades y herramientas, pero lo primero que debemos hacer es dejar de pensar que solo son habilidades blandas cuando en realidad son habilidades esenciales, habilidades no cognitivas, habilidades socioemocionales y habilidades que nos permitan desarrollar todo tipo de trabajo sin necesidad de haberlo estudiado.
Por otro lado, un estudio realizado por investigadores del Banco Mundial en el 2018 nos muestra que el desarrollo elevado de habilidades no cognitivas, incluyendo los 5 rasgos de la personalidad como extroversión, conciencia, apertura a la experiencia, estabilidad emocional y amabilidad, están relacionados a tener una posición que no será reemplazada por la tecnología. El Foro Económico Mundial nos habla de las 4 Cs como las habilidades que nos diferencian a los humanos de las máquinas, robots y aplicaciones, esas habilidades son: comunicación, creatividad, pensamiento crítico y colaboración.
Me permito decir que, de ahora en adelante, debemos pensar que el compromiso por parte de cada uno de nosotros -y de cada colaborador- debe estar enfocado a la era de la inmediatez, la flexibilidad y la capacidad de adaptación.