Es nuestra hora
La era de la colaboración trae consigo tremendas posibilidades y así lo han entendido Perú, Chile, Colombia y Méjico, que unidos bajo la Alianza del Pacífico, empiezan a tender los puentes para conformar un bloque alineado y que se muestre al mundo como la Octava Economía.
El próximo 4, 5 y 6 de diciembre se reunirán en Santiago de Chile, representantes de los cuatro países que conforman la Alianza del Pacífico para conversar, debatir y crear una bitácora conjunta de trabajo de tema de emprendimiento e innovación.
Como LAB4+ se ha bautizado este foro cuyos objetivos son definir una agenda común de desarrollo de investigación e innovación; fomentar la colaboración dentro del ecosistema de innovación de los países miembros; potenciar la relación entre el mundo del emprendimiento y el capital de riesgo latinoamericano; y compartir experiencias a nivel público y privado. Sin duda un tremendo paso para concretar los que los gobiernos comenzaron.
Hoy nos toca a los privados tomar la bandera de esta unión y llevarla a lo concreto. En este esfuerzo se están creando nuevas iniciativas como Mujeres del Pacífico, la Asociación de Emprendedores de la Alianza del Pacífico (ASEAP), la consolidación del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico y la creación de un Consejo Asesor Empresarial en temas de Innovación, que trabajará de la mano con los grandes empresarios.
La Alianza del Pacífico nos abre infinitas posibilidades y a la vez grandes desafíos. Compartir conocimientos y maneras de hacer, generar conversaciones entre los ecosistemas, salir a vendernos al mundo como un grupo que lleva al continente al desarrollo, promover una plataforma comercial entre las cuatro naciones y darle la posibilidad a nuestros emprendedores de partir globales de origen al conectarse con sus pares en los otros países, articular la redes que hoy existen para que trabajen en conjunto y dar el pie inicial para sentar una identidad común que nos lleve no a competir por qué país será el próximo Silicon Valley, sino crear nuestro propio referente, potente y transformador.
Los paradigmas están cambiando y somos nosotros, los propios ciudadanos los encargados de movilizar a nuestros pueblos hacia el próximo paso, con independencia de las ideologías que gobiernen.
Hoy nos toca a los privados tomar la bandera de esta unión y llevarla a lo concreto
Las Latinoamericanas tenemos fuerza, somos luchadoras y muy apasionadas, pero somos también el recurso más subutilizado de la región. Aprovechando esas cualidades únicas y diferenciadoras es que un grupo de empresarias, emprendedoras y altas ejecutivas de Chile, Perú, Colombia y Méjico se están organizando con el fin de concretizar las posibilidades que la Alianza del Pacífico está generando. Como objetivo tienen impulsar el emprendimiento, la innovación, abrir espacios para la mujer en la alta dirección e impactar transversal y horizontalmente. La primera actividad que están organizando como grupo es un viaje de intercambio y trabajo la semana del 3 de diciembre a Chile, donde las que participen podrán conocer muy de cerca qué están haciendo los chilenos en materia de innovación, visitar iniciativas como Startup Chile, Asech, Social Lab, Plan C y Fundación Chile, entre otros. También participarán del Foro Lab 4, tendrán reuniones con empresarios locales y asistirán a charla de speakers internacionales, además del potente networking que se generará con las participantes de los distintos países.
El reciente estudio sobre el Índice del Entorno Empresarial para Emprendedoras, realizado por The Economist Intelligence Unit y apoyado por el BID, destacó coincidentemente que los mejores países para que mujeres emprendan son Chile, Perú, Colombia y Méjico. Gran noticia, pero a la vez dejó en evidencia las brechas que tenemos que saltar para lograr consolidarnos. Para lograr el éxito necesitamos buenos ejemplos a seguir, redes de contactos, capacitación y acceso al financiamiento. Como mujeres exitosas tenemos el deber de devolver la mano y apoyar a quienes quieren levantarse. El momento es ahora, los ojos del mundo están puestos en nosotros, atrevámonos a cambiar la realidad.
Las Latinoamericanas tenemos fuerza, somos luchadoras y muy apasionadas, pero somos también el recurso más subutilizado de la región
El movimiento emprendedor emprende el vuelo
Es necesario que todas las empresas y organizaciones tomen conciencia de que el emprendimiento es el motor de la economía de un país: a través del desarrollo de este se genera empleo, aumenta el crecimiento del país y, por sobre todo, dignifica a la persona.
Con la tasa de emprendimiento más alta del mundo y un porcentaje de personas activas que inician un nuevo negocio que casi triplica los niveles de OCDE (23,4%), Chile es uno de los países más fértiles para la creación de empresas. Además de estas cifras, entregadas por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), según datos del Ministerio de Economía, a 16.490 ascendió la creación de nuevas empresas en los primeros tres meses de este año, con una proyección de crecimiento en torno a 58% durante el trimestre enero-marzo de 2014.
En Asech creemos en un mundo de emprendedores, en que los emprendedores son los llamados a dar solución a los problemas que aquejan a sus conciudadanos, como la pobreza y la desigualdad. Por ese motivo fundamos la Asech. Los casi diez mil miembros que tenemos también piensan parecido. Son emprendedores que les ha costado, pero han salido adelante, que generan empleo, que crean millones de externalidades positivas. La creación de Asech, ha generado un modelo que hoy sale al mundo. Con el espíritu de compartir esta experiencia es que se está creando la Asociación de Emprendedores de la Alianza del Pacífico para agrupar a los millones de emprendedores que tienen una visión común de la sociedad y del mundo en general. Para nosotros, eso significa la Alianza del Pacífico: la oportunidad de invitar al mundo a compartir esta visión. Tenemos un rol importante que cumplir ahí. Tenemos la experiencia, la capacidad y queremos compartirlo.
Las oportunidades son infinitas, así como los desafíos, para nosotros, eso también representa una oportunidad de construir algo juntos como región y reinventarnos.