La Revolución Invisible y las nuevas prioridades del talento
La “Gran Renuncia” es un término que se acuñó en 2021 para referirse a un fenómeno cultural global. Este se venía gestando incluso antes de la pandemia y estaba caracterizado por un cambio en la mentalidad de las personas respecto a la manera de ver el equilibrio entre vida y trabajo, entre otras cuestiones.
El movimiento cultural provocado por este fenómeno tuvo su repercusión en el mercado laboral, el cual se vio impactado en la gran rotación de talento en las empresas. A pesar de que se pensó que la rotación causada por la “Gran Renuncia” poco a poco se estabilizaría, existen cifras que revelan que este fenómeno continúa en 2023, incluso con una tendencia al alza.
La ecuación vida-trabajo es hoy una prioridad en el mundo laboral. La combinación del salario, el desarrollo profesional y la flexibilidad se ha convertido en la fórmula ganadora para atraer y retener al talento
De acuerdo con Global Talent Trends 2023, un estudio realizado por la firma de reclutamiento PageGroup, en 2019 el porcentaje de personas en el mundo que cambiaron a un nuevo empleo fue del 9 %. El número fue creciendo año tras año, en 2020 al 12 %, en 2021 al 19 %, hasta alcanzar un 30 % en 2022, el triple que en la etapa prepandemia.
La tendencia al alza en la rotación de talento es una llamada de atención a las empresas, para actuar en consecuencia a las transformaciones en el mercado laboral, en un momento en que las personas han decidido reevaluar el rol del trabajo en sus vidas.
Revolución Invisible: una nueva era laboral
La “Revolución Invisible” ya ha comenzado. Se trata de la más profunda transformación de la cultura de trabajo en una generación, caracterizada por una mayor movilidad en el mercado de talento, un fenómeno que ha ido creciendo como bola de nieve desde el inicio de la pandemia.
Los factores que definen a este momento en el mundo laboral son:
- Una revolución total de la cultura del trabajo. Las prioridades de las personas han cambiado, ya no se trata solo del sueldo, los beneficios adicionales o el desarrollo profesional, sino del equilibrio vida-trabajo y el bienestar personal. Hoy el 44% de las personas estarían dispuestas a rechazar un ascenso si creen que tendrá un efecto negativo en su bienestar.
- Un cambio en la dinámica del sentido de pertenencia con la empresa. Se ha generado un nuevo concepto de lealtad, que no forzosamente está ligado a la permanencia de las personas a largo plazo en una misma compañía. Los empleados están cada vez más abiertos a explorar nuevas oportunidades sin importar el tiempo que lleven trabajando en una empresa. Actualmente, 9 de cada 10 personas que empezaron un nuevo trabajo en el último año están abiertas a nuevas oportunidades laborales.
- El enfoque de las empresas en las nuevas prioridades del talento. Esto permite a las compañías tener una mayor ventaja competitiva. Una propuesta de valor al empleado debe ser personalizada y reflejar sus prioridades, en esta coyuntura eso puede hacer la gran diferencia cuando se trata de contratar nuevo personal o retener al talento existente.
En este contexto, la alta rotación será una amenaza permanente para las empresas, las cuales están en un momento clave para tomar las acciones adecuadas para fortalecer su marca empleadora.
La ecuación vida-trabajo
Las tendencias son claras en cuanto a lo que busca el empleado. Sus prioridades no son excluyentes, es decir, que no se trata de escoger unas u otras, son conceptos clave y obligatorios que los empleadores necesitan atender simultáneamente.
La suma de los siguientes tres elementos conforma la ecuación vida-trabajo:
- Salario. Se recomienda revisar los salarios actuales de los empleados lo antes posible, dando prioridad al talento de alto valor. Hoy sabemos que el 84 % de las personas no pedirá un aumento antes de renunciar, simplemente buscará una opción que se ajuste mejor a sus intereses. Es importante no minimizar la importancia del salario para el empleado, ni intentar distraer la atención con otros beneficios.
- Progresión de carrera. El desarrollo profesional debe ser transparente e integrado desde la cultura de la empresa y entregado auténticamente a través de la experiencia del día a día del empleado. Hoy el 36 % de los candidatos priorizan trabajar para una empresa que invierta en su desarrollo profesional; por lo tanto, los empleadores deben definir claramente e incluso publicar en las vacantes la posibilidad de desarrollo de su talento.
- Flexibilidad. El 70 % de los empleados valoran las horas de trabajo flexibles, mientras que el 78 % valora los acuerdos de trabajo híbrido. Las empresas que transforman su mentalidad y pasan de tolerar la flexibilidad a recibirla como una buena estrategia de negocios, tendrán una tasa de retención significativamente mejor. Las políticas de flexibilidad adaptables a nivel individual, evitando las reglas que aplican a todos, tendrán una mejor oportunidad de limitar la movilidad de talento.
Al final, los cambios que trajo la “Revolución Invisible” son un reto para los especialistas en la gestión de talento y las empresas, en un mercado laboral de alta movilidad. Pero la coyuntura representa también una gran oportunidad para desarrollar una marca empleadora sólida, que a través de la empatía y el entendimiento de las nuevas prioridades, pueda ajustar sus estrategias de atracción y retención a esta nueva era laboral.