El cine que nos une
El cine nos acerca al mundo cotidiano de las ilusiones, a la realidad y a lo imaginario. El cine es, sin duda, un vehículo inmejorable para transmitir valores y estrechar lazos. Ninguna otra manifestación cultural tiene la capacidad de dar a conocer la cultura y las diferentes formas de vida como el cine. Eso lo saben muy bien los estadounidenses que lo han aprovechado durante décadas para difundir su manera de ser y sus valores por todo el mundo con enorme éxito.
El español es un idioma hablado por 500 millones de personas en el mundo y, sin embargo, hasta ahora no hemos sido capaces de aprovechar esta fuerza y este nexo de unión para y por nuestras historias. Ha llegado el momento de hacerlo. España y América Latina cuentan con un enorme talento y una gran potencia creativa; la proximidad cultural, lingüística e histórica junto con las particularidades de cada nación constituyen una de las mayores fuentes de inspiración que debemos ser capaces de trasladar al lenguaje audiovisual para reflejar nuestra historia tal y como la queremos contar, nuestra vida tal y como nos gustaría que se viera y nuestras tradiciones y costumbres tal y como son o han sido. Somos nosotros, la comunidad iberoamericana, quienes tenemos que narrarlo para evitar que sean otros los que interpreten nuestra esencia.
¿Podemos hacerlo? Claro que sí. Pero es preciso establecer políticas de cooperación que refuercen la presencia del cine hecho en Iberoamérica en el resto de los países, buscar historias, lugares y artistas que nos unan, potenciar el mercado interno. Hay que fomentar la coproducción, los programas de cooperación y la organización de festivales y otras iniciativas conjuntas de promoci ón.
La proximidad cultural, lingüística e histórica junto con las particularidades de cada nación constituyen una de las mayores fuentes de inspiración que debemos ser capaces de trasladar al lenguaje audiovisual
Buen ejemplo de ello ha sido la primera edición de los Premios Platino, organizados por EGEDA (Entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual) y FIPCA (Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos) con la colaboración de otras instituciones, que se ha organizado en abril de este año en Panamá. Más de 700 películas presentadas representando a 22 países hispanohablantes de América Latina, más Brasil, Portugal y España se dieron cita en lo que, ya es, el acontecimiento más importante de fomento y promoción internacional de la cinematografía iberoamericana. Los medios de comunicación de 28 países recogieron las más de 1.700 noticias generadas por la primera edición de estos premios, que llegaron a 16 millones de personas en todo el mundo. La magnífica respuesta que ha tenido esta iniciativa es el primer paso para forjar la marca del “cine iberoamericano” que, entre todos, debemos impulsar globalmente.
Pero ¿es posible fomentar una industria audiovisual iberoamericana sin una adecuada protección de los derechos de sus titulares? Claramente no. Desde EGEDA, venimos desarrollando una activa labor para el fortalecimiento, promoción y distribución de la producción audiovisual en España e Iberoamérica, trabajando especialmente en la defensa de los derechos de propiedad intelectual de los productores audiovisuales en los dos continentes. Mantenemos importantes relaciones con las asociaciones de productores de los diferentes países de la comunidad iberoamericana, y hemos puesto en marcha entidades de gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual junto con las asociaciones de productores nacionales en Ecuador, Perú, Colombia, Chile, México y Uruguay, que permiten gestionar de forma eficaz los derechos que en materia de propiedad intelectual corresponden a los creadores.
Tenemos que ser conscientes que al proteger la propiedad intelectual no solo estamos garantizando el futuro de los creadores, también aseguramos la continuidad de contenidos, de “nuestros contenidos”, para alimentar la sociedad de la información. Y no hay que perder de vista que al proteger la propiedad intelectual apoyamos a un sector muy importante, porque la industria audiovisual es una industria estratégica no solo en términos culturales sino también económicos. Es una industria que contribuye a la creación de puestos de trabajo y atrae inversión a todos los sectores de la economía de un país. Constituye además, un excepcional elemento de promoción de la “marca país” exportando su cultura, historia y valores, siendo un inestimable escaparate de promoción turística.
Sin embargo, desgraciadamente, no todo el mundo reconoce el derecho de la propiedad intelectual. La piratería, tan asentada en algunas mentalidades, está causando un terrible mal a la industria cinematográfica y a los creadores. Es necesario romper con la idea del gratis total cuando se trata de contenidos mientras que no se plantea con otros bienes o servicios. Y en esto tenemos que estar juntos. Nos jugamos el fortalecimiento y desarrollo de nuestro cine.
No se puede hablar de la industria cinematográfica sin tener en cuenta a Estados Unidos, y por eso EGEDA mantiene una alianza estratégica con la MPA (Motion Picture Association of America) para la potenciación del cine español e iberoamericano en este continente. Organizamos en Los Angeles, desde 1994, y en Miami desde hace cuatro años, muestras anuales de cine español, no solo para dar a conocer y fomentar las producciones más recientes, sino creando un lugar de encuentro de la industria estadounidense con la española e iberoamericana.
Las coproducciones, cada vez más frecuentes afortunadamente entre los países iberoamericanos, son una fórmula que hay que desarrollar aún más
La suma de esfuerzos a veces consigue lo imposible. También en el complicado y difícil terreno de la financiación de los proyectos. Las coproducciones, cada vez más frecuentes afortunadamente entre los países iberoamericanos, son una fórmula que hay que desarrollar aún más, y también hay que seguir apostando por la financiación mediante avales específicos para la industria audiovisual, como los que se conceden a través de “Audiovisual SGR”, la primera sociedad de garantía recíproca del sector audiovisual creada por EGEDA y el Ministerio de Cultura español. Ambas fórmulas son compatibles y necesarias para reforzar la industria del cine iberoamericano.
Apoyar al cine iberoamericano es creer que éste puede ser uno de los más eficaces mensajeros de la cultura y los valores de cada nación, es entender que puede convertirse en un reclamo turístico de primer orden y es estar convencido que el cine es el embajador más cualificado del talento iberoamericano y el que mejor va a contar nuestra historia y nuestra realidad.