La comunidad iberoamericana de Administración Pública
De la lengua se dice que es un camino que une a los pueblos que la comparten. Por la senda del idioma transitan las personas, las artes, los negocios y también las instituciones. Por eso, cuando hablamos de la necesidad de defender conjuntamente la cultura común iberoamericana debe incluirse en ella a nuestras instituciones administrativas y jurídicas que se han ido enriqueciendo recíprocamente a lo largo de los siglos. Ellas, como también sucede con nuestro idioma, están amenazadas periódicamente por la incorporación de extranjerismos.
Los ciudadanos demandan de sus gobiernos y Administraciones públicas una manera distinta de ejercer el poder, más efectividad, eficacia y eficiencia en la resolución de los problemas públicos para favorecer el desarrollo económico y la integración social. Es una prioridad de la gobernanza pública de nuestros países fortalecer la confianza en las instituciones públicas y en su capacidad de responder y satisfacer a las necesidades y preferencias de los ciudadanos. Para lograr esto, es preciso otorgar mayor confianza a los ciudadanos y empoderarlos progresivamente con el fin de que asuman un papel más activo en la consecución del bien común.
Es preciso otorgar mayor confianza a los ciudadanos y empoderarlos progresivamente con el fin de que asuman un papel más activo en la consecución del bien común
Nuestros gobiernos necesitan interconectar Administraciones, servicios e información y crear espacios comunes de conocimiento para aprender de los éxitos y de los errores de los demás con el fin de progresar e innovar con más facilidad. Esto hace que haya que poner el énfasis en el talento de las personas que forman parte de las organizaciones públicas y en crear un ecosistema que integre el talento de una Administración con las otras y con el de la sociedad. Así, el principal reto en este campo es atraer, gestionar y retener el talento de esas personas, sabiendo que la clave se encuentra en el aprendizaje.
Las Administraciones de la comunidad iberoamericana necesitamos contar con servidores públicos profesionalmente preparados, expertos en gestión pública, claramente orientados al ciudadano, identificados con sus instituciones y sus fines y proactivos en la elaboración de propuestas. La profesionalización de la Administración es un factor de desarrollo muy relevante y posibilita a los Estados afrontar sus retos con mayor eficacia.
Los países iberoamericanos, conscientes de esta realidad, estamos construyendo en los últimos años una comunidad de conocimiento en Administración pública. Así, las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno han ido adoptando o respaldando varias cartas elaboradas por el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) sobre cuestiones centrales de la gestión pública: calidad, gobierno electrónico, función pública, derechos y deberes del ciudadano y participación ciudadana. Estos documentos, junto con las declaraciones, los consensos y los códigos acordados por todos en el CLAD, están transformando paulatinamente la gestión pública en Iberoamérica. Estos compromisos fortalecen la conciencia de pertenecer a una cultura pública común que se concreta en instituciones y regulaciones normativas propias.
La XVI Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado ha supuesto el afianzamiento de la comunidad iberoamericana de Administración pública
El primer Encuentro Iberoamericano de Escuelas e Institutos de Administración Pública, celebrado en La Antigua en la sede de la AECID en marzo de este año por iniciativa del CLAD, Guatemala y España, ha supuesto un reforzamiento de la comunidad iberoamericana en el ámbito público y el comienzo prometedor de la creación de una agenda común en Administración pública. En este encuentro hablamos de ecosistemas sociales de Administración pública, de comunidades de intraemprendizaje, de bancos de conocimiento, de organizaciones que aprenden, de competencias profesionales, de la necesidad de evaluar, de indicadores, de la formación y la capacitación de los empleados públicos, de la profesionalización de nuestras Administraciones, de crear un banco de buenas prácticas, del fortalecimiento de la Escuela Iberoamericana de Administración y Políticas Públicas y de apostar decididamente por el aprendizaje y el talento como motor de cambio de nuestras instituciones y con ello de nuestras sociedades. El objetivo es lograr políticas más coherentes y eficaces y aumentar la integridad, la calidad y el rendimiento de las instituciones y servicios públicos.
La XVI Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado ha supuesto el afianzamiento de la comunidad iberoamericana de Administración pública. En esta reunión preparatoria de la próxima Cumbre Iberoamericana que se celebró en México D.F. en julio pasado, los países miembros elevamos a esta los documentos «Las Competencias como Eje Fundamental de la Profesionalización de los Servidores Públicos en Iberoamérica» y «Crecimiento Sostenible de las Ciudades». Ambos muestran el compromiso de Iberoamérica por dirigir a nuestras Administraciones a mejorar efectivamente la vida de los ciudadanos, las organizaciones sociales y las empresas.