Comunicar y generar valor a través de la RSC
Los profesionales de las relaciones públicas y de la comunicación institucional y corporativa tenemos hoy en día un papel esencial en la estrategia de desarrollo a largo plazo de las organizaciones.
Somos considerados los responsables de la correcta gestión de la reputación corporativa y de otros activos intangibles de las empresas, los cuales tienen un efecto creciente sobre la percepción de las compañías por parte del público.
La RSC produce valores reconocidos por los grupos de interés, y es por lo tanto una necesidad de la compañía para alcanzar su sostenibilidad, diferenciación y competitividad.
Según el informe La comunicación de la RSC en España: radiografía y diagnóstico, elaborado por el Observatorio de la Comunicación y la Acción de la Responsabilidad Empresarial (OCARE), la RSC empieza a estar consolidada en todos los sectores, pero también identifica la necesidad de que esta debe formar parte del discurso de la organización, y por lo tanto del discurso social.
La RSC debe entenderse como un concepto más amplio y transversal como es la Gestión Responsable, que tiene que estar implícita en el ADN de las organizaciones.
Compartir las estrategias de RSC con los interlocutores de las organizaciones es el modo de generar vínculos, compartir el compromiso y tener el reconocimiento social que la RSC demanda
El dircom debe ser influyente en la cultura corporativa y entender que esto no es marketing verde, sino un modo de hacer las cosas. Es él quien debe impulsar las políticas creíbles de Gestión Responsable que fomenten un comportamiento corporativo sustentado en procedimientos coherentes, transparentes y medibles.
Debido a que la Gestión Responsable está más vinculada con la comunicación que con cualquier otra área considerada de la alta dirección, se debe abogar porque los directivos de Gestión Responsable dependan del dircom de la compañía. Donde eso no es posible, sigue siendo necesaria una estrecha colaboración entre ambos departamentos, que deben reportar directamente al CEO.
La comunicación de la RSC no tiene sentido si la empresa no es responsable. Debemos hacer las cosas bien y luego contarlas. La responsabilidad financiera, medioambiental y social es un elemento cada vez más importante de la adecuada dirección y gobernanza de las compañías, y deben pasar a ser el referente de la misma.
Compartir las estrategias de RSC con los interlocutores de las organizaciones es el modo de generar vínculos, compartir el compromiso y tener el reconocimiento social que la RSC demanda.
En mi vertiente profesional y como directora de Comunicación de una compañía dedicada al cuidado de la salud, entiendo, trabajo y vivo la RSC como parte intrínseca de la estrategia de la compañía, siendo un elemento clave de nuestra gestión. Es por ello que asumo la responsabilidad social corporativa como un valor propio. Esta es la única manera de ser realmente capaz de crear compañías y sociedades responsables.
Es fundamental que las compañías emprendan líneas de trabajo encaminadas a desarrollar prácticas de RSC en todas las actividades transversales de la empresa. Creando códigos de conducta, políticas de civismo empresarial y planes estratégicos de acción social, las compañías pueden fomentar la participación activa de todos y cada uno de sus empleados llegando a un punto en que son los propios empleados los que demandan cada vez más una implicación y responsabilidad en sus comunidades locales.
En concreto, en los códigos de conducta se deben definir al detalle la responsabilidad con cada uno de sus stakeholders y formar, en la medida de lo posible anualmente, a sus colaboradores principales. Y es que, entre todos, tenemos el compromiso de mantener y reforzar los estándares que promueven la transparencia con nuestros interlocutores para que nuestras compañías mantengan la autoridad y liderazgo que ostentan. La integridad y los valores éticos son los elementos clave del éxito de las compañías.
Comunicar la RSC cuando está integrada en una organización simplemente es comunicar aquello que se hace, y el diferencial tan solo es el cómo y el porqué
Las empresas deben ser sensibles a las inquietudes y necesidades manifestadas por la sociedad. Hemos pasado de una comunicación sostenida en la acción social, a una comunicación basada en la transparencia, gestionando de forma responsable y generando confianza en el entorno.
Comunicar la RSC cuando está integrada en una organización simplemente es comunicar aquello que se hace, y el diferencial tan solo es el cómo y el porqué.
Las organizaciones debemos ser sujetos activos en la mejora de la sociedad a la que pertenecemos y todas las iniciativas con este fin tienen que extenderse a todos los niveles y ámbitos de nuestra gestión, convirtiéndose en una política corporativa y un modelo de gestión integral de las empresas.
En definitiva, la RSC significa para las empresas integrar en la gestión las preocupaciones sociales y una gran oportunidad de aportar mayores beneficios a la sociedad comportándonos del mismo modo que lo haría un ciudadano adulto, responsable y sensato.