El DESAFÍO ante la MODA POST-COVID: AUTENTICIDAD y RAÍCES
El coronavirus ha sido un shock al corazón de nuestra sociedad, pero es también una oportunidad para construir una nueva forma de vivir, de consumir y de vestirnos.
La pandemia nos ha afectado a todos y en muchos sentidos ha sido democratizadora. Con ella nos hemos dado cuenta que somos todos uno. Vivimos un momento de gran inclusividad, diversidad y de replanteamiento de identidades ante el que es todavía más importante seguir dialogando con la sociedad, a través de nuestras colecciones y nuestra comunicación, para entender cómo evoluciona la vida de nuestros clientes y cuales son sus necesidades.
Para una marca como la nuestra, que está volviendo al origen, realmente no hay cambio en el mundo post COVID-19. Se trata de seguir nuestro camino. Indudablemente en él pasarán cosas pero la diferenciación, el ser profundamente uno mismo, sigue siendo lo más importante porque ya hay muchas copias en el mercado como para ser una más. La autenticidad es importante hoy. En un mundo de fake news, es importante poder creer. Nuestra propuesta hacia el mundo de la moda no se trata de que todos vayamos vestidos de una marca u otra, sino que vayamos vestidos de nosotros mismos.
Apostar por el origen no implica quedarse parado. Es necesario reinterpretar continuamente nuestros valores desde un enfoque renovado e inyectarles innovación.
La única vuelta atrás que tiene sentido en la moda, sea cual sea el contexto o crisis a la que haya que adaptarse, es conectar con tu adn, con tu identidad, con los valores que te son propios como marca porque manan de tu propuesta de valor añadido en el mercado. En nuestro caso, hemos aprovechado este parón forzado para entrar en contacto con nuestro cliente y conocerle mejor. Hemos puesto en marcha en estas semanas una serie de focus groups para entender cómo está cambiando la vida, cómo nos ven, qué atributos y valores nos adjudican y trabajar sobre ello, partiendo de una realidad renovada. Una realidad distinta.
La única vuelta atrás que tiene sentido en la moda, sea cual sea el contexto o crisis a la que haya que adaptarse, es conectar con tu adn, con tu identidad, con los valores que te son propios como marca
En el mundo post-Covid, el ocio es cada vez más digital y doméstico. El pasar más tiempo en casa para el textil significa la aceleración hacia la compra online, pero también ropa más cómoda, más holgada y la necesidad de adaptar nuestras colecciones a esta circunstancia. Se acelera la informalidad.
Tras el confinamiento, pueden generarse nuevos miedos e inseguridades a la hora de volver a las tiendas y es necesario ir por delante. Ante esta situación, hemos reforzado nuestros equipos online y de atención al cliente para asistir a aquellos clientes más inexpertos por todo el proceso. Creemos firmemente que de las crisis se sale con innovación. Por ello, nos ha parecido el momento ideal para lanzar nuestro proyecto de innovación que lleva un año incubándose. ADN. Un servicio digital que incluye inteligencia artificial y que hemos desarrollado con una empresa que trabaja para la NASA.
Un nuevo modelo de consumo
Es una realidad que vivimos en un planeta delicado y que estamos cubiertos por una capa de azul tan frágil que tenemos que cuidarla; pero también que cuando adoptamos una mirada más amplia, podemos hacer mejor las cosas. When you know better, you do better.
Las marcas y los estilos de vida que proponen, los valores que enarbolan, conforman filosofías para muchas personas, generan identidades e incluso impulsan la creación de tribus.
Estamos ante una gran oportunidad para empresas como la nuestra, empresas con valores. Adolfo Domínguez lanzó hace diez años un Manifiesto por el Bienestar Animal. No nos lo pedía nuestro cliente, pero era nuestra forma de ver los cambios que podíamos ir aplicando para mejorar el mundo. Y nuestro cliente lo aceptó. Hoy en día, el 80 % los accesorios que vendemos son veganos y no utilizamos pieles ni plumas exóticas en nuestra colección textil. Pero también somos la empresa que puso de moda el lino en los años 80, un material que es más sostenible por el hecho de crecer en latitudes del norte, donde requiere menos aguas y pesticidas.
Cuando adoptamos una mirada más amplia, podemos hacer mejor las cosas. When you know better, you do better
Ahora, lo más importante para nosotros es reflexionar sobre el consumo, sobre el ritmo frenético de la moda y el usar y tirar. No creemos en la obsolescencia programada. Prendas que están pensadas para descoserse, perder el color y cuyo estilo caduca rápidamente. Para nosotros, sostenible es una falda que dura 10 años. Nuestra apuesta por la atemporalidad significa también una apuesta por la calidad y por algo muy difícil de conseguir: estar a la moda y que además esa moda no caduque en el tiempo. Y ese es nuestro arte.