Lo MÍO NO es NORMAL, ¿Y LO TUYO?
¡Holaaa! Me presento, me llamo David Rodríguez y antes de nada quiero que sepas que lo mío no es para nada normal (y tras leer esto te sorprenderá saber que lo tuyo tampoco).
Siempre que digo en persona esto de “Lo mío no es normal”, se asocia inmediatamente a mi forma tan particular y molona de andar. Bueno, en realidad la gente no lo suele considerar tan molona como pienso. De hecho, lo consideran un problema, una “discapacidad”. Y lo pongo entre comillas porque aunque es cierto que mis piernas me han provocado algún que otro disgusto en forma de chichón, lo que más lágrimas me ha generado, sin duda, es lo que para mí sí es la verdadera discapacidad del ser humano: los miedos.
Existen miedos de mil tipos y colores: miedo al fracaso, miedo a la soledad, miedo a lo desconocido, miedo a la muerte… Y esto SÍ que nos limita la vida.
En mi caso de pequeño jugaba con una desventaja. A mí eso de coleccionar cosas siempre me había vuelto loco y claro, con los miedos no iba a ser menos porque los tenía todos. Pero sin duda, los que más me marcaron en la vida fueron el miedo al rechazo y el miedo a sentirme vulnerable.
Fueron estos miedos los que definieron bastante mi personalidad, haciéndome querer ser DJ profesional y nadador paralímpico (evidentemente tenía que dar la nota, fuera de una manera u otra). Esta etapa de mi vida fue bastante interesante, no solo por ganar alguna que otra medalla en natación (como en paralímpico éramos 3 monos, a la que uno se pone malo te conviertes en campeón de España, y así pasó) sino porque a nivel personal me llevé muchos aprendizajes. El más importante fue reconocer que no estaba enfocando la música y el deporte correctamente. De hecho, no eran más que herramientas de aceptación que utilizaba para que la sociedad me viera como uno más, y eso, es un gran ERROR.
Existen miedos de mil tipos y colores: miedo al fracaso, miedo a la soledad, miedo a lo desconocido, miedo a la muerte… Y esto SÍ que nos limita la vida
Me di cuenta de que el problema no era que la sociedad no me aceptase sino que yo mismo no lo hacía. La discapacidad solo es un espejo que hace enfrentarte a tus miedos y algunos dan mucho cague.
En el momento que abres así tu mente todo cambia. Dejas de confrontar con la vida para conectar con ella y precisamente en ese punto es cuando apareció en mi vida una de las cosas más geniales y guays que por el momento he creado. Creé la mayor fábrica de sonrisas y buen rollo del mundo (y no, no es una asociación de cannabis).
Es Fundación Pegasus. Sin duda alguna, este ha sido uno de mis mayores logros. Básicamente porque más que una fundación es una forma de vida que me ha permitido encontrar el propósito de mi vida.
Como os decía antes, Fundación Pegasus es la representación física y palpable de mi propósito en la vida, que no es otro que el de crear un mundo en base a los cinco pilares que rodea nuestra filosofía: la empatía, el compañerismo, la igualdad de derechos, la equidad y cómo no, el amor. Digamos que el sueño que conquistó mi corazón, está ahora conquistando el de otros miles de personas que buscan crear junto a nosotros una nueva sociedad que se aleje de los estándares tradicionales y escape de la “normalidad”, poniendo foco en lo realmente importante: las personas. Somos el movimiento con más flow, la ola del amor del güeno y el espíritu anormalizador que esta sociedad necesita.
Me di cuenta de que el problema no era que la sociedad no me aceptase sino que yo mismo no lo hacía. La discapacidad solo es un espejo que hace enfrentarte a tus miedos
Y es que nuestro objetivo no es otro que el de cambiar el paradigma actual de la discapacidad y el Tercer Sector. ¿Cómo? Generando un movimiento de acceso universal que normalice las diferencias, las emociones y los miedos a través de programas socioeducativos centrados en el ocio y la inteligencia emocional. De esta manera mejorarán las relaciones interpersonales de los diferentes sectores que conforman la sociedad, alejándonos de la discriminacion positiva, la beneficencia y el paternalismo. ¿A que mola?
Creo que ahora que conoces mi historia tienes solo dos opciones:
- Descubrir tu diferencia (si todavía no la has encontrado) y unirte a la de YA al FLOW PEGASUS
- Mmmm…Me acabo de dar cuenta que solo hay una opción: ¡¡¡ÚNETE AL FLOW!!!
Sea cual sea tu miedo, lucha contra él, descubre tu diferencia, poténciala y compártela con todo el mundo porque lo mío no es normal, pero lo tuyo ¡TAMPOCO!